Cuando conseguimos un trabajo de oficina, nuestra mesa de trabajo, o mejor aún nuestro despacho si tenemos la suerte de disponer de uno, nos llena de una satisfactoria sensación de novedadCuando conseguimos un trabajo de oficina, nuestra mesa de trabajo, o mejor aún nuestro despacho si tenemos la suerte de disponer de uno, nos llena de una satisfactoria sensación de novedad