Un community manager es el perfil profesional responsable de gestionar la presencia de una empresa o bien marca en el entorno veinte. Lo podemos considerar el puente entre su comunidad (usuarios o bien potenciales) y la compañía. Es un profesional experto en el empleo de herramientas y aplicaciones veinte que se hace cargo de administrar las redes sociales y los nuevos canales de comunicación de una empresa. Da contestación a los comentarios que se hacen en social media, pone voz a la empresa y, sobre todo, es quien escucha a quien habla de ella”.
También es esencial reseñar que un becario o bien “el sobrino de” no puede ser el encargado de poner voz a la empresa en redes sociales. ¿Por qué razón? Porque la comunicación requiere formación, experiencia y saber hacer. No ser conscientes de ello puede abocar a una compañía al desastre en cuento su presencia social media.
¿Cómo ser community manager?
En numerosas ocasiones me han hecho esta pregunta. Aun como mensaje privado por medio de Twitter, esperando que pudiera dar respuesta en ciento cuarenta caracteres. Solamente lejos de la realidad.
En su instante, en este mismo blog expuse una serie de consejos para ser un excelente community manager. Sin intención de transcribir aquel artículo, tan solo refererir los tres requisitos imprescindibles para ser community manager: capacitación, tanto en marketing, comunicación o bien publicidad, como especializada en marketing digital; autoaprendizaje y experiencia.
Para ser community manager el autoaprendizaje es clave. Rara es la semana que una red social no anuncie una actualización o una novedad. Para estar al tanto de ello y de otras cuestiones que nos asistan a progresar en nuestro desempeño profesional es necesario suscribirnos a los blogs más influyentes de marketing digital, leer los mejores libros social media o ebooks, escuchar conferencias on line, seminarios web, intercambiar conocimiento en conjuntos, foros de discusión, en reuniones de networking con otros colegas de profesión…
Asimismo la experiencia. Es obvio que por algún lugar debemos iniciar. Nadie nace con experiencia bajo el brazo. Para esto podemos optar por diferentes vías. Una de ellas puede ser efectuar prácticas formativas en alguna agencia de marketing digital como parte de la formación académica que hayamos cursado. Otra opción puede ser gestionar las redes sociales de la compañía de algún familiar, amigo o bien conocido. Puede ser una buena experiencia para iniciar e ir aprendiendo. Y otra, trabajar nuestra marca personal en social media. Si un CM no gestiona de forma activa y eficiente sus perfiles sociales, difícilmente puede pretender que alguien le confíe la comunicación 2.0 de su empresa o marca.
¿De qué forma elegir un buen curso para ser mejor community manager?
Cursos para community manager hay cientos: Masters, talleres, seminarios… pero no todos valen la pena. He asistido a cursos de todo género. Ciertos donde explicaban de qué manera crearte una cuenta en Twitter, o bien de qué forma buscar fotografías en Flickr, de los que te ibas con la sensación de haber sido engañado; hasta cursos de los que de veras aprendes.
No todos se dirigen al mismo público. En función de cuál sea tu nivel, deberás seleccionar uno u otro. Si estás comenzando, lo mejor será que apuestes por cursos o talleres para principiantes. En caso contrario, vas a tener la sensación de no comprender nada. Lo contrario ocurre si tu nivel es avanzado. Si llevas años dedicándote al social media y formándote de forma autodidacta, la oferta formativa se reduce, pues, la demanda acostumbra a ser menor, de ahí que las compañías de formación no suelan ofertar cursos más especializados o de nivel avanzado. Aspectos a tener en cuenta en el momento de escoger un curso de marketing digital
Si deseas formarte como especialista – que no experto – en administración de redes sociales, te recomiendo tomar en consideración estos aspectos.
El temario del curso. Lee atentamente cuales son los objetivos del curso, a quién va dirigido y qué puntos se tratarán. Asegúrate que estos últimos están bien especificados y son específicos. Si hay algún punto que te interese especialmente, quizás sea interesante que lo comentes al inicio para que el docente lo tenga en cuenta.
El costo. Nadie obsequia nada. Si asistes a un curso gratis, probablemente no sea más que una charla donde venderte alguna herramienta, o pretenden obtener tus datos con otros fines.
El enseñante. Infórmate de quién da el curso. Si aparte de como enseñante en distintos centros, es un profesional en activo, la formación se verá enriquecida por su experiencia profesional.
La opinión de otros pupilos. Si el curso ha sido dado previamente, no será bastante difícil conocer la opinión de otros pupilos que ya lo hayan cursado. Si puedes, ponte en contacto con algún ex-pupilo para que te cuente su experiencia.
La duración. No por más horas es mejor, ni todo lo contrario. Afirman que lo bueno, si es breve, un par de veces buenos. Existen talleres o seminarios especializados de corta duración que van directamente al kit de la cuestión, obviando puntos que se presupone que, si eres un profesional en activo, ya conoces.
Si es en línea o presencial. Personalmente prefiero los presenciales. ¿Por qué? Por varios motivos. Por el hecho de que suponen un mayor compromiso por la parte del alumno, sepuede hacer networking e intercambiar experiencias con otros profesionales y el desarrollo de la sesión es más dinámico. Sin embargo, y más en un entorno digital, no podemos negar que la capacitación en línea es la solución para poder formarnos desde cualquier lugar del planeta.