Desde el salón lo veo todo. Aparece en la pantalla rectangular que descansa sobre un mueble de madera. Allí la gente pasea, se ama, camina, corre. Otros hacen deporte o leen libros o se matan a tiros, flechazos, cañonazos, cuchilladas calientes. Sin moverme veo como juegan, participan, gritan, se insultan. A veces hacen música, teatros, polichinelas, bufones, asesinos crueles, reyes, súbditos. Todo transcurre en la pantalla rectangular del salón. Me muevo a la cocina, bebo agua o voy al aseo, para después volver al sillón mullido y mirar como el mundo gira y la vida se interpreta. Desiertos, cordilleras, animales salvajes, mares, continentes, satélites, universos, desde el salón lo veo todo.