Hay una relaci??n directa entre los grandes adelantos en la evoluci??n del mundo y la elecci??n del modelo de abstracci??n matem??tico actual.
Aunque parezca extraño, el hecho de que la numeración Romana el valor intrínseco de los símbolos no dependiera de la posición del número, produjo un retraso de siglos en el avance evolutivo de las ciencias.
Es decir, en el número: VI , XVI, LV, la V, el 5, está en tres diferentes posiciones y en las 3 significa lo mismo, aunque tuvo sus méritos, ya que hizo posible expresar valores desde 1 hasta un millón con sólo 7 símbolos, I para el 1, V para el 5, X para el 10, L para el 50, C para el 100, D para el 500 y M para el 1.000, y su origen, es derivación del sistema etrusco con origen en el siglo IV a.c.
El verdadero uso del lenguaje abstracto que nos llevó a los complejos sistemas de relación actual, en ciencias y comunicación, es el alfabeto, por un lado; la numeración posicional por el otro.
En rigor, ambos sistemas usan la posición para producir sentido, ambos son abstractos y con ambos se ha evolucionado y revolucionado todos los sistemas científicos y artísticos.
Una numeración posicional propone que la ubicación del signo agrega o quitan valor y cambian el significado y la interpretación.
Así como no es lo mismo caso que cosa, tampoco lo es 102 y 210.
La posición de cada símbolo cambia la interpretación y el resultado.
Pasarían más de 700 años hasta que apareció la idea de un sistema numérico posicional, en aproximadamente 36 años a.c. los mayas crearon un sistema posicional y una novedad que luego significaría una revolución superior: el cero. Con 3 símbolos, una concha para el cero, un punto para el 1, una raya para 5 unidades, así de breve, podían representar cantidades superiores al millón, además de incorporar el concepto de nada y darle un significado que acomodaba muchas cuentas, de ello a desarrollar un sistema, había un paso.
La propuesta actual: 10 símbolos y una coma decimal que según su posición determina una interpretación, es un sistema altamente sofisticado que tiene un historial enorme, por detrás y por delante, expandiendo el alcance del lenguaje de abstracción a límites que ocupan la cuántica, la astronomía, el infinito y que produjo el estado actual de la ciencia.
Dentro de este sistema de numeración, está el engendro más extraño y esquivo de toda la historia de los números: el número primo; aquel que es sólo divisible por sí mismo y la unidad.
Esta particularidad de ser un número primo, con una definición tan breve y concisa, es uno de los casos de estudio matemáticos más exhaustivos que existen entre los sistemas matemáticos y en ellos se basan modelos de todo tipo, encriptación, soluciones estructurales, arquitectura, física de cuerpos, hasta los usa propia naturaleza e hicieron posible el viaje al espacio.
Los número primos, como algunas palabras, gozan de una cosmogonía propia; como el amor, como la muerte, conceptos que en el lenguaje depositan tanta magia y misterio como los números primos.