Los efectos curativos del cannabis ya son de público conocimiento. Muchas personas han decidido volcarse a este método por encima de los fármacos o medicamentos tradicionales como una vía más natural para tratar sus dolencias. Pero, el conocimiento sobre cómo consumirlo sigue siendo limitado en ciertos casos. Existe una idea generalizada de que la única manera es cultivando las semillas de cannabis en casa, esperar que florezca y, cuando esté en su punto justo, fumar sus flores. Esto es un error común.

Muchos pacientes interesados en métodos de tratamiento alternativos solicitan con regularidad información sobre la existencia de métodos de consumo alternativos. Por ejemplo, si la persona no es fumadora, tener que ingerir la marihuana por medio de esa vía no será una opción viable.

El cannabis puede incluirse con mucha facilidad en comidas y bebidas, e incluso puede inhalarse de un modo que no es nocivo para la salud. Sin embargo, los diferentes métodos cambiarán el efecto y la duración del mismo. La mejor manera de consumir cannabis medicinal depende siempre de cada consumidor. Las enfermedades no son todas iguales y cada método de consumo tiene sus ventajas y desventajas.

1. Vaporizar cannabis

El vaporizador es un método eficaz y limpio de consumir cannabis. Es un aparato que calienta el cannabis a una temperatura que oscila entre 180 y 220 grados. La diferencia sustancial es que como no se produce combustión, no se liberan subproductos nocivos, o lo hacen en cantidades muy reducidas.

Además, el calentamiento controlado hace que la vaporización sea mucho más eficaz que otras técnicas como fumar. Se consumen hasta el 95 % de las sustancias activas, como el THC y el CBD y el efecto se presenta antes, lo que es importante cuando se utiliza para combatir dolores agudos.

Algo para tener en cuenta es que el vaporizador no hace referencia al cigarrillo electrónico con líquidos a base de glicol. Quienes consuman cannabis medicinal deben contar con un aparato de calidad. Existen dos tipos principales: portátiles y de escritorio. Para los pacientes más graves, se recomienda un modelo de escritorio de calidad superior.

Ventajas

• No produce combustión.
• Los mejores modelos permiten regular la configuración de la temperatura para aprovechar al 100% los cannabinoides y efectos buscados.
• Permite una dosificación de cannabinoides más exacta.
• Los modelos portátiles son discretos.

2. Comer cannabis

Los productos alimenticios que contienen cannabis se han vuelto muy famosos en el último tiempo por sus efectos potentes y de larga duración. Comer marihuana medicinal es una manera excelente de administrar cannabinoides. Los comestibles vienen de muchas maneras como horneados, en caramelos, helados y sopas y existe una infinidad de recetas sanas y deliciosas. ¿Lo mejor? Puedes cultivar tus propias semillas de marihuana que te permitan tener una producción estable de cannabis y poder acceder a ella cada vez que sea necesario.

Pero comer cannabis implica algunos riesgos. Cuando se fuma o vaporiza se puede controlar el efecto. Por ejemplo, si es demasiado fuerte, se deja de inhalar y los efectos desaparecen casi al instante. Pero, cuando se ingiere de esta manera, el efecto no se siente durante algún tiempo. A veces, hasta una hora y media más tarde.

El problema principal es que algunos podrían sentirse tentados a consumir demás porque asumen que no les está haciendo efecto. Esto puede resultar en que alguien se exceda en la cantidad ingerida obteniendo efectos demasiado intensos y duraderos. La recomendación es aumentar gradualmente la cantidad de cannabis, empezando con una dosis baja y aumentar cada día hasta conseguir el resultado deseado.

Ventajas

• Gran diversidad de opciones.
• Método de administración muy eficiente y más duradero.
• Método de administración muy discreto.
• No se ingieren toxinas del humo.

3. Beber cannabis crudo

Otra forma de asimilar el cannabis para su uso medicinal es bebiéndolo. La leche y el té son las formas más comunes de servirlo. Con el término cannabis crudo, se hace referencia al uso de casi todas las partes de la planta en la preparación de jugos e infusiones. Un beneficio importante es que los efectos psicodélicos se reducen al mínimo.

En muchos aspectos, es muy similar a ingerir comestibles. La diferencia principal es que el efecto aparecerá más rápido, ya que las moléculas en forma líquida se digieren de manera  más fácil. 

Algo que se debe tener en consideración es que para preparar las infusiones será necesario un solvente, ya que el agua no puede disolver los tricomas de la planta ni extraer los cannabinoides por si sola. Un solvente a base de alcohol o una base oleosa, como mantequilla o aceite de coco, será fundamental y, además, puede darle sabor y eliminar efectos secundarios no deseados.

4. Un extra: Ingesta tópica/transdérmica 

Este método ha tomado relevancia en los últimos años, sobre todo por aquellas personas que desean dejar de consumir tabaco. Es un método sencillo que utiliza un parche que se coloca sobre el área afectada de la piel, tal cual se hace con los parches de nicotina. Existen diferentes tamaños y concentraciones. ¿Un dato útil que seguramente desconocías? Son increíblemente fáciles de fabricar en casa si consigues los materiales adecuados.

Ventajas

• Produce efecto rápido y de larga duración. En algunos casos se prolonga hasta diez horas.
• Si contiene THC, será en mucha menor cantidad que en los comestibles.
• Muy práctico.

Como se puede ver, no hay una única solución o un método indiscutido para todos los problemas. Las personas tienen diferentes gustos, preferencias y tolerancias y es importante conocerlas y aceptarlas previamente para poder escoger la forma de consumo que sea ideal. Lo mejor es experimentar después de informarse bien y tener muy en claro que la preparación es fundamental.

La marihuana medicinal ha llegado para quedarse, es por eso que conocer los diferentes métodos para su consumo es fundamental si estás interesado en probar sus efectos. A modo de recordatorio y consejo: ante cualquier duda siempre acude a un profesional de la salud.