Esta situación lleva a empresarios, comerciantes y emprendedores a buscar y desarrollar alternativas para reducir costos y optimizar gastos.
De acuerdo a una encuesta realizada por la organización INAC Global Executive Search a empresarios de 41 países, el 45% de los consultados consideró que para seguir siendo competitivo en el mercado post pandemia es fundamental determinar la reducción de costos como foco de la estrategia de cualquier negocio.
Al igual que una orquesta, el desafío actual para muchos gerentes, se concentra en integrar y organizar no solo a sus equipos sino también a sus proveedores y soluciones, logrando que cada uno funcione de forma autónoma pero sin perder la mirada global y conjunta. En este escenario, la tercerización o “outsourcing” de procesos y servicios suele ser un gran aliado en un contexto donde resulta fundamental brindar un servicio óptimo a bajo costo.
¿De qué se trata este concepto? La tercerización -“outsourcing”- es el proceso de contratar a una compañía externa para completar un aspecto del negocio. Muchas veces, la empresa de terceros tiene conocimiento en un área específica y alivia la función para que pueda concentrarse en su propia experiencia. El outsourcing es sin lugar a dudas una opción estratégica que permite minimizar costos, reducir la inversión en gastos como la capacitación interna del personal y utilizar mejor los recursos.
En este sentido, muchos de los servicios que ofrecen compañías de distintos rubros, tanto a nivel local como internacional, pueden ser complementados por equipos de desarrollo con cierto expertise que marcan la diferencia. Además, se favorece el trabajo en conjunto entre ambas partes, entregando una solución competitiva, única y con costos realmente optimizados.
“Desde Virtualmind percibimos que las compañías internacionales nos eligen como aliado estratégico para complementar sus equipos, ya que tenemos el know how específico y la experiencia como respaldo. Además, el costo de nuestros servicios es muy conveniente respecto a otros mercados como el europeo o estadounidense, por el tipo de cambio. Los argentinos nos diferenciamos por nuestra capacidad de adaptación a los diferentes escenarios, comprensión de las necesidades de los clientes, y la experiencia y profesionalismo con que abordamos cada proyecto, todo a un costo más favorable”, explica Javier Minsky, CEO de Virtualmind.
Por su parte, también existen otras variables para complementar esta estrategia y seguir funcionando en contexto de crisis, como es la integración de proveedores - o Suppplier Integration en su versión en inglés. Esta es una práctica muy común hoy en día, a través de la cual las empresas buscan involucrar a sus proveedores cada vez más en las etapas de desarrollo, diseño y manufactura, con la intención de optimizar tiempos, costos y calidad de producto para satisfacer la demanda de una mejor manera. A medida que los proveedores colaboran cada vez más de cerca, la comunicación y participación comienza a abarcar más áreas de la compañía, como Compras, Ingeniería y Control de calidad, quienes se ven involucrados para lograr una mejor productividad.
En este sentido, de acuerdo a un relevamiento de Gartner, esta última opción y su correspondiente sinergia será una necesidad vital para el 50% de las grandes empresas en 2022. “Esta tendencia ya se está viendo en el mercado desde hace varios años, donde grandes compañías buscan proveedores que integran diferentes tecnologías y servicios. En este punto, Virtualmind siempre estuvo a la vanguardia, por su flexibilidad y adaptabilidad. La clave está en renovarse en función de las nuevas demandas y necesidades de las industrias en lo que ya se conoce como “la nueva normalidad’”, afirma el CEO de la compañía.
Siguiendo esta misma línea, otra consideración a tener en cuenta a la hora de reducir costos de forma estratégica durante y post pandemia, es la apuesta a la innovación tecnológica y transformación digital. Un informe de Gartner en plena pandemia, sostiene que el 41% de los ejecutivos consultados afirman que están enfocando sus esfuerzos en hacer un mejor uso de la tecnología, todo ello con el fin de reducir al mínimo los costos durante el tiempo que dure la crisis. “La tecnología, que ya tenía un lugar preponderante en la vida de las personas y de las empresas, tomó un protagonismo sin precedente con la irrupción del COVID-19, acelerando y transformando los procesos de las empresas, los formatos de los negocios, y hasta las costumbres de muchas actividades”, señala Minsky.
“La resiliencia es la clave para prosperar en el mundo de los negocios post pandemia. Ser estratega y visionario son atributos fundamentales para salir adelante, sin descuidar el trabajo en equipo con el cliente, brindando un servicio diferencial que se constituya como una gran opción no solo por menor costo sino también por el valor agregado que aporta el conocimiento y la experiencia”, concluye Minsky.