América Latina, septiembre 2018. Una solución que pueda monitorear todo el entorno de red, incluida la nube, pareciera ser la primera respuesta a dicha problemática. Sin embargo, no es suficiente para cubrir las necesidades de los departamentos de TI actuales. El cloud monitoring es diferente al monitoreo de red tradicional y hay algunas variables importantes que el personal de TI debe tener en cuenta.
Los beneficios de utilizar servicios en la nube como la escalabilidad y la agilidad hacen que cada vez sean más las empresas que deciden migrar hacia ellos. Sin embargo, casi ninguna organización tiene un entorno de red que resida completamente dentro de la nube. Esto significa que los administradores de redes necesitan monitorear la combinación de recursos en la nube y equipos de redes físicas. En estos casos, el monitoreo en la nube ayuda a observar los tiempos de respuesta, la disponibilidad, los niveles de consumo de recursos, el rendimiento, y también a predecir posibles problemas.
¿Qué es el Cloud Monitoring? Es el proceso de revisar y administrar el flujo de trabajo operacional y los procesos dentro de una infraestructura o activo en la nube. Generalmente se implementa a través de un software de monitoreo automatizado que brinda acceso central y control sobre la infraestructura de la nube. El personal de TI puede revisar el estado operativo y el estado de los dispositivos y componentes en la nube. Las preocupaciones surgen en función del tipo de estructura de la nube que utilice. Si está utilizando un servicio público en la nube, tiende a tener un control y visibilidad limitados para administrar y monitorear la infraestructura. Una nube privada, que utilizan la mayoría de las grandes organizaciones, proporciona al departamento de TI interno más control y flexibilidad, con mayores beneficios de consumo. Independientemente del tipo de estructura de la nube que utilice su empresa, la supervisión es fundamental para el rendimiento y la seguridad.
¿Por qué monitorear la nube? La clave para comprender la importancia del monitoreo en la nube es que la nube siempre está costando dinero. Un entorno de red física, por ejemplo, es un costo irrecuperable y no le cuesta menos a una empresa si no lo está utilizando de manera eficiente. Sin embargo, en la nube, se paga por la cantidad que se usa. Garantizar un rendimiento optimizado y minimizar el tiempo de inactividad es esencial para el monitoreo en la nube.
También hay otras consideraciones. Una de ellas es la seguridad, aspecto crucial en la nube, por lo que obtener un control estricto de los datos en todos los puntos finales ayuda a mitigar los riesgos. Las soluciones que escanean, analizan y actúan sobre los datos antes de que abandonen la red ayudan a proteger contra la pérdida de datos. Por otro lado, la nube puede tener una variedad de problemas de rendimiento de API mal diseñadas.
El tiempo de respuesta de una aplicación y los recursos de soporte son vitales para comprender qué es lo que obstaculiza el rendimiento. Seguir el flujo de trabajo de una aplicación ayuda a identificar dónde y cuándo ocurren los retrasos. Por último, los servicios en la nube consumen recursos, disponibilidad y pueden impedir el rendimiento. Las herramientas de monitoreo ayudan a encontrar los problemas. Es decir que, las políticas y los procedimientos adecuados ayudan a mitigar una expansión descontrolada y a reducir el uso de recursos y redes cuando sea necesario.
¿Cómo implementar las mejores prácticas?
Al momento de decidir cómo monitorear la nube es importante, como primer paso, determinar cuidadosamente las métricas que importan a los objetivos de su organización, es decir, determinar prioridades. Luego, una adecuada solución de monitoreo en la nube debe permitir ver todo (nube y recursos físicos) en contexto, para profundizar rápidamente en los problemas y aislar la causa de los mismos.
Es importante contar con soluciones que puedan informar datos de diferentes fuentes en una sola plataforma, lo que permite calcular métricas y resultados uniformes en una visión integral del rendimiento. Otro aspecto a considerar es la necesidad de monitorear los usos y costos del servicio en la nube. La capacidad de escalar es una característica clave de los servicios en la nube, pero un mayor uso puede provocar un aumento de los costos. Las soluciones de monitoreo robustas deberían rastrear qué parte de la actividad de red de su organización está en la nube y cuánto cuesta. Una solución de monitoreo que alerta a TI cuando los recursos de la nube exceden el presupuesto o los límites de uso pueden ahorrarle a una organización grandes costos.
Las organizaciones deben hacer un seguimiento de las tendencias a largo plazo y la mayoría de las herramientas de monitoreo proporcionadas por los proveedores de servicios en la nube solo mantienen los datos por un tiempo limitado (entre 30 y 60 días). Por lo que una herramienta de monitoreo debe ser compatible con el mantenimiento de esa información para mostrar tendencias al menos durante varios meses.
Hay que configurar la visibilidad instantánea para todos. La solución de monitoreo debe admitir paneles personalizables que brinden visibilidad instantánea de lo que sucede, lo que está pasando, lo que está viendo un uso intensivo y lo que está inactivo. Esto no solo facilita la resolución de problemas, sino que permite a los equipos ver problemas y resolverlos de manera proactiva antes de que afecten a los usuarios finales. Por último, es importante probar las herramientas para ver qué ocurre cuando hay una interrupción de datos y evaluar los sistemas de respuesta automática cuando se alcanzan ciertos umbrales.
En este sentido, Alessandro Porro, Vicepresidente de Ventas de Ipswitch en Latinoamérica, destaca: “WhatsUp Gold puede descubrir automáticamente los recursos basados en la nube y agregarlos al mapa interactivo de su red in situ. Esto le brinda una visibilidad total de extremo a extremo de toda la infraestructura en red, realizar un seguimiento de la facturación en la nube y mostrar este informe en un tablero simple. WhatsUp Gold le permitirá realizar un seguimiento de las tendencias a largo plazo, algo imposible con las métricas a 60 o 90 días que soportan la mayoría de los proveedores en la nube”.