El desarrollo del arte, en todas las culturas, no es lineal, sufre abruptos saltos, de manera que seguir el rastro y evolución del arte, por épocas, según la adhesión y el acompañamiento de los artistas plásticos regionales es un camino en el que se avanza y retrocede.

Sin duda, cada avance, se ve intervenido por la situación política del país, la económica y las tendencias culturales que afectadas la visión del artista; la globalización, aunque ha  expandido las fronteras, y las novedades se propagan fácilmente, no siempre encuentra el artista sensible que se suma y tracciona el arte desde su propio lugar.

El arte siempre ha circulado entre viajes de artistas que emprenden la épica en búsqueda de inspiración por el mundo; en la realidad de cada país, el arte toma una forma única que se ve impactada por factores locales.

Las diferentes corrientes artísticas conviven, nada en el arte queda obsoleto, la mirada necesita del pasado del arte y del presente de arte para construir su futuro.

Las miradas desde las perspectivas y circunstancias políticas y económicas del país, determinan, fuertemente, las tendencias artísticas de la época.

Es así que entre 1810 hasta 1920, un período de ingreso de extranjeros en nuestro país, el arte vino con ellos, así como el pensamiento imperante; la revolución francesa, la temática religiosa y una fuerte tendencia en estilos europeos, que no sólo impactó sobre la pintura, sino sobre la arquitectura, intervención que en la actualidad puede constatarse en cualquier paseo urbano, no sólo de la capital del país, sino también en las provincias.

El período colonial interesó a los artistas que vinieron para quedarse y se pueden ver interesantes obras que produjeron, testimonios vivos de una época.

A partir de esos años, intensos en descubrimientos científicos, la modernización e la industrialización, fue la fuente de la renovación del lenguaje artísticos, artistas como Xul Solar, Emilio Petorutti, dejaron en su arte el testimonio, no sólo de época, sino de lugares, el gusto dominante por determinadas formas y el individualismo comenzó a ser parte de las discusiones entre artistas y referentes del tema.

Cuando hay discusiones es porque hay material a discutir, y fue quizás, lo mejor que le pudo pasar a los artistas, ahora tenían una impronta personal, localista, que enfrentaba las tendencias internacionales, sobre todo las europeas, ya que en ese momento la inmigración europea era importante, lo que lejos de perjudicar el arte, le inyectó un estímulo sustancial para declarar el eclecticismo con que el arte se fue desarrollando en nuestro país. La convivencia entre artistas extranjeros y locales produjo artistas únicos y emblemáticos, los que formarían a las generaciones venideras; con una concepción del arte, y la formación en arte, orientadas hacia la expansión y apertura de nuevas formas de expresión artística.

Desde entonces, los artistas plásticos en Argentina, van por el mundo con sus propuestas e inyectan a nuestro país de tendencias y fulgor artístico.

Estamos integrados artísticamente, incorporamos elementos de evolución que ofrece la tecnología y somos la generación formada en abrirse a nuevas tendencias y que propondrá las rupturas del futuro.