Muchos habrán despertado recientemente y dedicándose a navegar por internet se habrán llevado la sorpresa de describir que el navegador Chrome, que se ha actualizado sin que ustedes descubran cómo provoca diversos dolores de cabeza.

En la mayoría de los casos la solución no está al alcance de los usuarios, los que a su vez, son cliente de muchas de las empresas para las cuales se diseña tratando de que sirva para todos los navegadores.

Tal situación se ha vuelto imposible para el Chrome, la situación es ya tan irritante que desde ahora, así como un día, la publicidad ayudó a instalar la idea, que según experiencias comprobadas no era cierta, de que Chrome era un producto más rápido y mejor que el Internet Explorer, ahora las cosas en su lugar.

En su momento indiqué que dejarle el navegador a todo el poder de Google, era un riesgo que terminaría siendo contraproducente, ahora, confirmo esa idea y la amplío, sencillamente ese navegador ahora decide, con un misterioso criterio qué verás o no, en tus sitios.

Con ello, ha comenzado a alterar la forma en que se ven, en muchos caso provoca un crash, no responde a plugins que instalaste, entorpece la velocidad de tus aplicaciones y un sin número de molestias que ya se han vuelto intolerables.

Finalmente, dándome por vencido de las respuestas inútiles que se reciben desde el Foro de Ayuda, mi recomendación final será: usen el Microsoft Edge, Internet Explorer, Firefox, Opera, cualquier navegador menos el Chrome.

Como me han llegado decenas de consultas al respeto, enviaré a esta publicación a cada nueva consulta.

Señores usuarios,  cuando un software comienza a exigir de los usuarios un aprendizaje o acomodarse a él, en vez de que el software se acomode a nosotros, es hora de cambiar.

No le demos más vuelta, Google se ha vuelto tan poderoso que no hay manera de hacerle ver que estira demasiado la cuerda.

Con ese simple y sencillo mensaje los invito a abandonar Chrome, muerto el rey, viva el Internet Explorer.

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