Algunas convenciones respecto a la clasificación y métrica del verso.
Aunque parezca obsoleto, conocer un poco sobre métrica es una condición para escribir poesía. No porque se vaya a usar ese modelo, sino para saber cuáles son las formas en que se puede encuadrar las diferentes propuestas de escritores, poetas, narradores, que peculiaridades rítmicas en sus textos.
En literatura los cambios de dirección en la forma del decir es la aspiración de grandes escritores, los que hacen camino en el uso del lenguaje. Sin embargo, no es posible romper las barreras del lenguaje si no se conocen de qué están hechas esas barreras. Es por ello que tratando de encontrar la voz poética, es necesario conocer de qué se hace la poesía y cuáles son los elementos que exhibe esa forma del lenguaje, considerada superior.
Parece natural e interesante y es casi el principio de la poesía medir versos.
El verso es un conjunto de palabras medidas y cadenciosas. En el verso la distribución espacial contribuyen al significado. La medición de los versos se realiza en sílabas. La intención de la verificación es asociar peculiaridades rítmicas, sentido y significado.
Los versos, en su origen, fueron el componente de la poesía más esencial y la unidad rítmica determinaba su categoría.
La rítmica, es sónica en cuanto a la ubicación del acento. De la acentuación depende la distribución en el verso, y se categorizan según el uso del acento.
La intensidad del acento es lo que destaca una sílaba en particular dentro del verso, se clasifican según su reiteración, simetría, cantidad de sílabas, y aplicación de figuras estilísticas como la rima, paralelismo, anáforas, aliteraciones, o sea características fónicas.
El ritmo es la guía de lectura, y está dada por su distribución en la acentuación dentro del poema.
En una primera simplificación, dependiendo de la ubicación de este acento se clasifica en verso llano, verso agudo, verso esdrújulo.
En el Verso llano, el acento está en la penúltima sílaba del verso
La gitanilla
Por Miguel de Cervantes Saavedra
Hermosita, hermosita,
la de las manos de plata,
más te quiere tu marido
que el Rey de las Alpujarras.
En el verso agudo, se tiene en cuenta la acentuación al final de las líneas, al contar sílabas, al tener la última sílaba un acento, suena como una más. Para definir este tipo de verso se cuentan las sílabas y se suma una.
Cena jocosa
Por Baltasar del Alcázar.
Alegre estoy, vive Dios;
mas oye un punto sutil
¿no pusiste allí un candil?
¿Cómo me parecen dos?
A-le-gre- es-toy, -vi-ve- Dios; = 9
Mas- o-ye- un- pun-to- su-til =9
La cantidad de sílabas, la ubicación de ciertas construcciones como la relación io, tratado como sinalefa, dentro del verso, son aspectos que se analizan además de la métrica.
En los Versos esdrújulos la sílaba acentuada es la antepenúltima.
(Anónimo)
No quieras ser un político,
que está reñido con lo ético;
diría que incluso herético
y de ningún modo mítico.
La disposición de los acentos, es una primera clasificación, las variaciones sobre cantidad de sílabas, palabras con diptongos, rimas, y otros recursos estilísticos van configurando una forma de expresión que se multiplica según las épocas.
La historia de la literatura da cuenta de muchos aspectos en referencia a su expresión a veces controvertida, a veces asumida como un conjunto de reglas que intentan sujetar lo que no se puede sujetar: el lenguaje.
Aún así, conocer los aspectos particulares del modo en que se describen las formas poéticas nos ubica en un mapa literario, dentro de una propuesta organizativa de textos que le otorga un marco de reconocimiento de los textos.
Nunca está dicha la última palabra sobre lo literario de la poesía, pero hay muchas que se dijeron primero.
Una primera versión sobre lo que implica el verso es mínima pero es el comienzo.