Certamen de lecturas Argentina, Vida y obra de Jorge Luis Borges
La edición 42 de la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires 2016 me dejó un entrañable balance, el "Certamen de lecturas argentinas", programa de preguntas y respuestas que, en esta edición, estuvo dedicado a la vida y obra de Jorge Luis Borges. Una alegría hace mucho tiempo no experimentada y que me durará varios meses.
A lo largo de 2015 colaboré con Luis Gregorich, gestor y alma mater del proyecto, elaborando las preguntas del certamen, divididas en tres categorías: multiple choice, directas e identificación del fragmento de un texto -en este caso bastaba sólo con el título de la obra, no hacía falta decir a que libro pertenecía-. En los chequeos previos hechos con el resto de los interrogantes de la Comisión de Cultura de la Fundación El Libro hubo una coincidencia y una discrepancia. La coincidencia, las preguntas no eran fáciles; la discrepancia -casi siempre en empate-, mantener el nivel de exigencia como lo veníamos desarrollando o bajarlo; in altre parole "preguntas más fáciles". Con Luis Gregorich defendimos a rajatabla el principio de que bajar el nivel de dificultad del Certamen era menoscabar la herencia de Borges que pretendíamos celebrar. La apertura de la inscripción al concurso y, al principio, el escaso número de participantes inscriptos nos hizo temer que se desluciera el resultado final -la convocatoria para anotarse por internet incluía para los aspirantes una sugerencia de la bibliografía a leer o releer, lo cual, sin duda, debe haber sido poco estimulante-. Pero, refutando nuestros temores, la ganadora de 23 años, Florencia Badaracco, no sólo se impuso por estrecho margen con los otros dos finalistas, igualmente meritorios -Alejandro Pedro Destuet y Miguel Angel Accorinti- sino que demostró una poco frecuente capacidad de razonamiento que nos sorprendió, al jurado y al público. Y esta destreza mental la reveló en el caso de las preguntas multiple choice cuando, al ignorar la respuesta dentro de las tres opciones para elegir, razonaba en voz alta para seleccionar, por descarte, la correcta.
Y digo "poco frecuente capacidad de razonamiento" porque, parafraseando a Víctor García de la Concha cuando se refirió al estado "zaparrastroso" de la lengua española, la Feria del Libro revela, en muchos de sus encuentros -muchos no son la mayoría-, el "estado zaparrastroso" de nuestra cultura. Y me hago cargo de lo que escribo porque siempre sostuve que el origen de nuestra decadencia es intelectual y no respeta bandos ni riberas de la grieta. Como en la oda de Horacio, esta decadencia -ya que no la muerte a la cual alude- hiere con el mismo zarpazo a los habitantes de las dos riberas de la grieta estigia: pobres y ricos, "buenos" y "malos", tirios y troyanos, piezas negras o piezas blancas en el tablero de Go de nuestra cultura.
Si para Rubén Blades "la vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida", Borges nos depara una nueva sorpresa cada vez que lo transitamos. Un certamen de preguntas y respuestas sobre su vida y obra, ganado -cabeza a cabeza con los dos otros finalistas- por una joven de 23 años, y con el máximo puntaje, es un excelente augurio que me alegrará el resto del año.