El coso ese, el cosito montado sobre la eñe, me dijeron se dice Ñuflo, pero no figura en el diccionario.
Por más procaz que parezca, dicen que el coso es una Virgulilla, vive una vida de ninfómana, de coma, de rasguillo, de trazo, como apóstrofo, como cedilla o tilde de la eñe; decir que el coso es la tilde de la eñe, tienen alguna relación que lo hace más aceptable que decir Virgulilla, una cuestión de pudor, de recato.
El coso, en su vida de tilde de eñe es a la Virgulilla, como Ricardo Reis es a Fernando Pesoa, la vida secreta del coso es tan interesante como su vida de tilde de eñe.